viernes, 13 de marzo de 2009

O horro

El horro (en Xegunde se llamaba así: horro, no hórreo) era una construcción próxima a la casa, hecha de madera, en la que se guardaban los alimentos para que se conservasen durante el invierno. El trigo y el centeno se guardaba en huchas, paneras o arcones. El maíz y las cebollas se guardaba en ristras y se enganchaba en el corredor, un pasillo exterior que quedaba protegido de los animales mediante tablas verticales, pero que permitía la entrada de aire. También allí se extendían las castañas y se removían cada día hasta que se secaban. Una vez secas se amontonaban en el interior y podían durar hasta un año. Antiguamente también se guardaba la carne del cerdo.

El horro de Xegunde es más parecido al asturiano que al gallego, de planta cuadrada en vez de rectangular y construído en madera en vez de en piedra. Los horros están separados del suelo mediante cuatro pies de piedra. Entre cada pie y el horro se coloca una lousa mucho más grande que el pie para evitar que los animales que puedan trepar por el pie accedan a la parte superior. Esta lousa en Asturias se llama tornaratos. Los alimentos quedan así protegidos de ratos y otros animales que pudieran estropearlos. Para facilitar la entrada a las personas, delante de la puerta hay una especie de escalón de madera que se llama taolla.

Como ejemplos de horros de Xegunde podríamos hablar del do Campo y el de Pasarín:



Otros horros de los que tenemos fotos menos representativas son el de García y el da Casiña. A medida que nos vayan llegando otras fotos iremos completando esta entrada.

[Extraído de Costasur]

Desde el origen de los tiempos, el horreo es una pieza clave en el contexto arquitectónico, económico y cultural en las casa rurales gallegas. Es un espacio utilizado para almacenar y proteger los frutos de la cosecha, fundamentalmente maíz.

En la comunidad gallega se pueden diferenciar dos horreos: el construido en madera o el realizado en piedra de cantería. Si bien la madera le otorgaba templanza en invierno y frescura en verano, es más frágil que la piedra, y fue el segundo al que se le dío finalmente una mayor utilización. Se dispone rectangularmente sobre pilares para alejarlo de posibles roedores y animales y mantenerlo lo más seco posible. Tiene una puerta en uno de sus lados y está muy bien aireado. El tejado es a dos aguas. Existen varias teorías acerca del origen del horreo pero las más convincente es la que sugiere que el horreo venga de la época celta con adaptaciones romanas. En concreto, los pilares en piedra puede que sea la contribución mas clara por parte romana. [Leer más]

[Extraído de Wikipedia]

Un hórreo (horru en asturiano) es un granero construido en madera o piedra, que se eleva del suelo mediante pilares o "pegollos", que están terminados en unas placas o "tornarratos" para evitar el acceso de roedores y que suele disponer de paredes con ranuras para que se ventile el interior.

Se usa para almacenar infinitos tipos de productos y enseres, destacando todo tipo de aperos de labranza, maíz, patatas, fabes, etc.

Historia

Hay quien afirma que la historia del hórreo comenzó con el Imperio Romano (horreum). Sería una tecnología que éste dejó, y que perduró en algunas partes del norte de la Península Ibérica como un medio eficaz para mantener el grano a salvo de los roedores. Lo que es seguro es que uno de los nombres actuales de esta edificación proviene del latín. Sin embargo, la tecnología constructiva básicamente ya es conocida en estadios civilizatorios muy anteriores a los romanos, en los propios territorios del Imperio, pero también en muchos otros lugares del planeta donde aquéllos nunca pisaron.

Localización

En España, los hórreos son típicos en el noroeste, aunque también se encuentran en otros puntos cercanos a los Pirineos, como Navarra. En Portugal, se pueden encontrar en el Norte y en la provincia de lo Miño, donde se les llama espigueiros o canastros.

Componentes

Los componentes principales que forman un hórreo... [Leer más]

Tipos

Se distinguen dos grandes tipos de hórreos; los rectangulares que son típicos de Galicia, y los cuadrados que lo son de Asturias, León y Cantabria.

Resultan especialmente conocidos los horreos de la zona occidental de Galicia: hórreo de Carnota, hórreo de Lira y hórreo de Araño. Son los más grandes de Galicia con 34, 36 y 37 m respectivamente.

De los asturianos, existen varias tipologías que varían en función del tipo de cubierta (paja, teja, pizarra, a dos o cuatro aguas...), de los materiales empleados en los pegollos o la decoración. Los más antiguos de los que aún se conservan en pie datan del siglo XV, y aún hoy en día se siguen construyendo ex novo. [Leer más]

[Extraído de Villa de Grado]

El hórreo asturiano es un granero de madera levantado sobre unos pilares que lo aislan del suelo. Dentro se pueden guardar el grano, las frutas y hortalizas, la matanza y aperos agrícolas. Además bajo él y protegidos de la lluvia, se suelen encontrar también el carro, el arado o la leña recogida para el invierno. Los densos bosques asturianos siempre han proporcionado suficiente materia prima para construirlos, casi siempre de castaño o roble.

Está compuesto por un cuerpo de forma cúbica cerrado por tablas verticales y con un techo a cuatro aguas que puede ser de teja, pizarra o paja de centeno, dependiendo de la zona, pero siempre rematado en un pico. Se alza sobre cuatro o seis pies (pegoyos) de piedra o madera con forma de pirámide truncada de cuatro caras. Entre estos y la base se colocan unas losas horizontales (las muelas) que impiden subir a los roedores. Se accede al hórreo por medio de una escalera de piedra (patín) separada a cierta altura del hórreo. La puerta de entrada está orientada al este o al sur con el fin de evitar las inclemencias del tiempo y en la pared opuesta existe otra con el fin de poder crear una corriente de aire que ventile el interior del hórreo cuando se precise.

Una de las características más sorprendentes del hórreo es que se puede trasladar de un lugar a otro con relativa facilidad ya que se puede desmontar como un gigantesco juego de construcción para niños, pues las piezas de madera se ensamblan entre sí sin usar ningún tipo de punta o tornillo. [Leer más]

Actualmente hay iniciativas como ésta para proteger este elemento tan importante de nuestro patrimonio cultural. Especialmente interesante esta página que nos envía nuestro amigo Juanete.

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